Francesco Schettino

Es indignante. La Guardia Costera encontró al comandante del crucero a salvo en una roca, abandonando a cientos de pasajeros a su suerte. Francesco Schettino, el capitán del Concordia, fue el primero en abandonar el barco y esconderse en el acantilado

A las 1:46 de la madrugada del sábado, el comandante del Concordia, Francesco Schettino, recibe la enésima llamada de la Capitanería del Puerto:
«¿Qué quiere hacer, irse a casa?».
Schettino responde: «hemos abandonado la nave».
Cuando la Guardia Costera le dice que «ya hay cadáveres», Schettino pregunta «Cuántos?» y el oficial le contesta: «¡Debe decírmelo usted!».

La primera llamada de la Guardia Costera a Schettino se produce a las 00:32. A esa hora, según parece, el comandante ya se habría puesto a salvo en el acantilado. Le preguntaron cuántas personas había a bordo. Schettino responde que entre 200 y 300. Según esto más de 4.000 personas ya habrían abandonado el crucero en 40 minutos.

Pero lo peor es que finge la coordinación cuando había huido: «Ahora vuelvo al puente de mando. Fui a la popa para ver qué estaba sucediendo». «¿Queda solo usted?», pregunta la Guardia Costera. «Creo que sí, quedo yo solo», responde. Pero según parece miente, ya que se encontraba subido a una roca. Fue de los primeros en huir. Claro que miente solo en lo primero, en lo segundo (estoy yo solo) seguro que es bastante real.

Sino fuese porque es real, con muertos incluídos, parecería una versión humorística de "Vacaciones en el mar". Este hombre debería volver a ver Titanic, tiene mucho que aprender del capitán Smith, que ordenó: "¡Abandonen el barco! ¡Cada hombre por sí mismo!" pero él permaneció en el puente y no se le volvió a ver.  A pesar de la orden, Phillips y Bride, los telegrafístas aún estaban transmitiendo, urgiendo a los barcos que venían en su rescate para que se apresuraran, hasta que la energía falló y salieron a cubierta.